CAMBIO DE FECHA.

El buque de pasaje Worrimoo, haciendo la ruta desde Vancouver a Brisbane, su Capitán ante la oportunidad que le daban las fechas de final de año 1899, aprovecho esta circunstancia para forzar y encontrarse en una situación completamente única y excepcional, muy difícil de poder volver a repetir en su vida.

Durante la navegación y aproximándose en su derrota a la intercesión entre el Ecuador  y  el meridiano de cambio de fecha, siendo el día 30 de Diciembre del año 1899. El Capitán hizo subir al puente de Navegación a todos sus pilotos, para calcular la velocidad del buque para hacer coincidir el momento de la media noche, con el punto de intersección de ambas líneas, el ecuador terrestre, latitud 000º 00´con el Meridiano de cambio de fecha longitud 180º.

Una vez en esta posición previamente calculada, les hizo saber la singularidad del momento, ya que en esta posición en la carta de navegación, al mismo tiempo, la mitad del buque hacia proa, se encontraba en el hemisferio Sur, en pleno verano, y la parte de popa del mismo buque se encontraba en el hemisferio Norte, en pleno Invierno, al mismo tiempo, la parte de popa del buque se encontraba en la fecha del día 31 de Diciembre del año 1899, y la parte de proa del buque, se encontraba el fecha 1 de Enero de 1900. Así el buque además de estar en diferentes fechas, dos diferentes meses ,  dos diferentes estaciones, dos diferentes hemisferios, también estuvo en dos diferentes siglos, todo al mismo tiempo, situación que un marino puede muy raramente disfrutar.

Son singularidades, que como el cambio de fecha, que nos recuerdan el viaje de 80 días de Philleas Fogg y su todero salva-tratos Juan Picaporte, realizado alrededor del mundo, en que el paso del meridiano 180 ó de cambio de fecha, les permitió poder ganar su apuesta, a los banqueros del Reform Club londinense, motivo en mi opinión, de una de las más celebres novelas de Julio Verne, que tanto nos ha divertido en lecturas de juventud.

Fernando S. Saiz  C.M.M.

La Coruña 27.07.2018