POR SI SIRVE DE ALGO

Mirando atrás, vemos que todos los inviernos, inexorablemente cuando se alían el mal tiempo y la pleamar y hacen su presencia en la ensenada de Riazor, la mar y la arena de la playa, invaden con fuerza el paseo marítimo, causando los estropicios propios de tal acontecimiento, causando daños en el barandillado, bancos, maceteros  etc. Además de los riesgos para vecinos y paseantes de la zona.

Este comentario, viene a cuento porque los marinos sabemos que la mar es generosa en todo y en energía es una conocida…. desconocida.

Cuando se navega con mal tiempo o muy mal tiempo y la mar rompe en la roda , se producen grandes salseros que en ocasiones llegan hasta el frontis de la habilitación, esta agua-espuma con la fuerza del viento o del chubasco, al golpear con esta pared, se dirige hacia arriba pero nunca traspasa la línea del alerón hacia popa, es más, cuando el viento arrecia contra el frontis, se puede estar en el alerón del puente sin que este viento moleste al marino que tiene que mantener la vigilancia de la evolución del temporal.

Esta protección que se tiene en el alerón, se debe a la forma de construcción del alerón, que hace que el viento al tropezar en el frontis, el viento que deriva hacia arriba produce una corriente que al entrar en la doble plancha del alerón se forme una corriente en chorro que hace de pantalla o barrera de aire que no permite que el viento o salsero que viene por la proa traspase hacia popa del alerón.

Este milagro que se produce, de no dejar pasar una brisa de viento durante el temporal se debe nada más que a una curva hacia afuera en el borde superior de la plancha que da forma al alerón, algo tan sencillo como esto.

Sin duda, los diseñadores del paseo marítimo de esta zona de Riazor-Orzan no han tenido en cuenta que la mar es como es, y sus avisos son implacables, lo comprobamos con las averías que anualmente se producen en mobiliario, macetas, bancos, etc.

POR SI SIRVE DE ALGO, aquí les sugiero la posibilidad de cambiar el diseño del muro de contención del paseo con el arenal, dando a los bordes superiores del muro una terminación en forma cóncava, para direccionar la llegada de la ola hacia atrás y evitar que el agua suba sobre el paseo marítimo y evitar el paso de arena más allá del arenal.

Sin ánimo de molestar a los aparejadores, arquitectos etc. que han intervenido en esta obra, que todo es pura física aplicada, que la mar te enseña.

Fernando Saiz C.M.M.

La Coruña 13.01.2017